La casa de dos pisos, ubicada en el barrio Rosales, está abandonada, nadie paga el canon de arrendamiento que es de $6 millones mensuales
En enero de 2018, los funcionarios diplomáticos se fueron del Consulado de Venezuela en Medellín a raíz de la crisis social que vivía su país. Sin embargo, no devolvieron el inmueble a su propietaria, pero sí dejaron allí todos los enseres y hasta un carro.
Desde entonces, la casa de dos pisos, ubicada en el barrio Rosales, está abandonada, nadie paga el canon de arrendamiento que es de $6 millones mensuales y la dueña no puede ingresar porque el lugar continúa siendo territorio venezolano.
La propietaria es Consuelo Berrío, de 80 años. La mujer solicitó ayuda a la Cancillería para que le restablezcan el inmueble debido a que es su única fuente de ingreso. La deuda asciende a los $193 millones.
«Hace tres años no me pagan y tampoco me entregan la casa. Este es mi único sustento porque soy viuda. Por tal motivo, me tocó irme a vivir a Bogotá con un hijo, pero el clima me ha afectado bastante por mi edad», dijo.
Luis Bedoya, abogado de Consuelo, explicó que ha presentado tutelas y demandas, pero ninguna autoridad asume el caso.
«El inmueble se está cayendo. Como abogado, he hecho lo jurídicamente posible: presenté un proceso de restitución de inmueble ante los Jueces Civiles del Circuito que se declararon impedidos porque dicen que no son los competentes. Lo remitieron a Bogotá, donde la Corte también dice que no es competente. Le escribí a la Cancillería, pero tampoco recibí ayuda», afirmó.
Durante 30 años, el Consulado de Venezuela en Medellín funcionó en la misma sede, la cual permanece cerrada y custodiada por la Policía. Los vecinos se quejan por las humedades. La casa se está deteriorando por el abandono, pero nadie puede ingresar a hacerle mantenimiento.
Fuente: Sistema Integrado de Información