ESTA RUSA SE ENAMORÓ DE ENVIGADO Y DEL MACRAMÉ
En medio de la guerra de sus 3 gatas con sus plantas, Elena Sknar aprendió a hacer macramé. Tenía que evitar que se las comieran. Conozca la historia de esta rusa en la Ciudad Señorial.
En 2012 Elena llegó a Colombia persiguiendo el amor. A los 3 años se divorció, pero se enamoró perdidamente de Envigado.
El clima fue una de las razones por las que no quiso regresar a Rusia. “Acá es más fácil vivir. No es necesario planificar las salidas, existe una gran variedad de frutas y hay mucho para hacer fuera de casa… Acá la vida es más sabrosa“.
La calidez de la gente también la conquistó. “Me acogieron muy bien, fueron muy amorosos. Además ya no me identifico con mi país completamente, me separé de mi cultura y absorbí la colombiana… Tampoco me considero paisa, estoy como en el limbo”.
Vive en Zúñiga con su hijo de 3 años. Él fue el motivo por el que esta lingüista y traductora rusa se dedicó de lleno a tejer.
“Siempre me han gustado las manualidades, mi mamá y mi abuela me enseñaron a tejer y a coser, por eso se me ocurrió que los porta macetas en macramé eran una forma práctica y bonita de tener plantas sin que las gatas las destruyeran”.
Aprendió durante la cuarentena por medio de tutoriales de Youtube. “No lo hice con la intención de vender, pero con el trabajo en casa y el encierro, estaba descuidando al niño y renuncié”.
Hasta mediados del año pasado Elena trabajó como docente de inglés en el Colegio San José de Las Vegas y empezó a dictar clases privadas y un par de cursos en Eafit.
Sin embargo, en octubre le creó un perfil de Instagram a EcoDeco, una marca ecológica de artículos decorativos en macramé que promueve la sostenibilidad y a mediados de marzo abrirá una tienda en Laureles (Medellín) con un grupo de mujeres emprendedoras.
Gente