De allí uno sale inspirado y con más ganas de apoyar el arte y la cultura de nuestro municipio. Se trata de El Esmeraldal, un barrio de Envigado que tiene una magia especial, aquella que nos conduce a la esencia misma de estos artistas, vecinos desde hace décadas en dicho lugar.
Conversamos con Martha Lucía Villafañe, directora del Museo Juan del Corral de Santa Fe de Antioquia; con Fredy Sánchez Caballero, artista plástico; Juan Pablo Piedrahíta, cantante de coro; y con Gilberto Arango, ceramista.
El lugar de encuentro fue en la casa y taller de Fredy, este profesional en artes plásticas, nacido en el departamento de Córdoba, pero que encontró su inspiración en El Esmeraldal, el barrio de sus amores hace 16 años.
Dice con orgullo que “durante la pandemia nos ayudamos mucho entre nosotros. Uno como artista, normalmente, se encierra en su taller para inspirarse y trabajar, pero uno sabiendo que afuera hay vecinos haciendo algo valioso por el barrio, como cuidar los parques, realizar alguna manualidad o, simplemente, proponer una conversación, es vital para que esa depresión por las circunstancias no llegue o se apacigüe un poco”.
Rodeados de las pinturas de Fredy, un verdadero maestro en este arte, sus colegas y vecinos también se inspiraban para expresar sus emociones. Así lo habla Martha Lucía Villafañe, quien se considera una afortunada por ser una empleada del Museo Juan del Corral. “No nos faltó el pago en toda la pandemia, a pesar de tantas dificultades. Sin embargo, emocionalmente es una situación que te golpea, al ver el sector cultural tan afectado”.
La artista es vecina de este barrio hace más de 40 años y también afirma que “ha sido un lugar de inspiración que transmite una energía especial”. Y al lado de Fredy se sentía una voz de locutor, típica de un buen cantante coral. Claro, era la voz de Juan Pablo Piedrahíta, residente de El Esmeraldal hace 15 años y un gran exponente de la cultura en Envigado, a través de la agrupación ‘Nova Cordis’, una iniciativa de estudiantes y profesionales que incentiva a la interpretación de la música coral. Juan Pablo es arquitecto de profesión.
“El año pasado tuvimos que acostumbrarnos al mundo virtual, del que aprendimos mucho porque la interpretación tenía que ser individual para después ensamblar el coro. Además, hubo una unión con artistas de otros países del mundo, una experiencia bastante bonita. Sin embargo, se extrañó el hecho de compartir con los demás artistas de manera presencial… es una energía diferente”, dice Juan Pablo.
El cantante asegura que, tristemente, “el sector cultural no tuvo apoyo por parte del Municipio. Hemos sido nosotros mismos los que nos hemos proyectado a nivel local, nacional y ahora internacional”.
Y cómo no mencionar a Gilberto Arango, un hombre carismático, de esos vecinos de toda la vida y que todos quieren. Es arquitecto pensionado y encontró hace unos 9 años la pasión por la cerámica. Actualmente es un reconocido expositor. “Cada día me apasiona más la cerámica. Tengo un trabajo muy admirado que ya ha sido expuesto en varios lugares del país. Yo no vivo de esto, ya soy jubilado, y mi propósito es ese, exhibir mi producción”.
Dice que eventualmente vende algunas de sus obras, pero no es su objetivo. “Cuando las vendo me da cierta tristeza porque es como entregar un hijo (risas). He llegado a repetir piezas que he vendido”. Don Gilberto dice que no cambia a El Esmeraldal por nada del mundo porque “es un barrio especial, en donde las cosas se hablan y se discuten todos los días, así sea por el chat, donde uno se informa de todo lo que pasa en el sector”.
Provoca quedarse y tomarse más ‘tinticos’ con estos vecinos. Claro, nos quedan algunos artistas por fuera, pero que también hacen parte de la vida de este barrio: María Elena Morales, ceramista (‘La Mona’ que le huye a las fotos). Su Instagram es @tierracocida; y Roberto Restrepo, realizador de cine. A todos ellos, expresarles el agradecimiento de todo un barrio que se siente orgulloso de tenerlos como vecinos. ¿Ya visitó El Esmeraldal? No se lo pierda.
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